De los pepinos españoles a la bacteria e coli

Ha finales de mayo de este año se ha producido en Alemania un problema sanitario causado por una bacteria. Esta bacteria llamada Escherichia coli enterohemorrágica se encuentra de manera natural en el intestino del hombre y en animales de sangre caliente. Su función es comunicar la contaminación fecal por ello si se encuentra en cantidades elevadas en un alimento se puede deducir que éste ha sufrido una mala manipulación alimentaria, es decir, contaminación por heces. A demás la presencia de esta bacteria indica una contaminación reciente debido a que no sobrevive mucho tiempo. Los síntomas que causa son: insuficiencia renal, diarreas con sangre, fiebre, vómitos… pero lo que es aun más grabe esta bacteria es letal. Esto se debe a que crea una toxina, llamada “shiga”, la cual altera el funcionamiento de los capilares más pequeños del cuerpo humano. Ésta afecta a los riñones provocando fallos renales que imposibilitan la eliminación de los componentes nocivos para el cuerpo por lo que el organismo sufre un proceso de envenenamiento. El uso de medicamentos ante esta bacteria es inútil ya que es resistente a los antibióticos pero, sin embargo el organismo se puede sobreponer ante el proceso de infección se el enfermo guarda reposo y sigue una dieta específica.

Un gran problema que ha creado esta infección ha sido que los alemanes han culpado a los pepinos importados de Almería, España, de generar esta infección en su país. Esta infección ha causado alrededor de 25 muertos, casi todos de origen alemán pero, ¿verdaderamente son los pepinos españoles los causantes de la infección? Al principio se creía que sí pero tras investigar se ha llegado a la conclusión de que los culpables eran unos brotes de soja de un vivero ubicado a 100km de Hamburgo. El que Alemania culpara a España de ser el país portador de la bacteria e coli generó un gran descenso de las ventas españolas a otros países por lo que los agricultores han sido gravemente perjudicados. Actualmente parece que España vuelve a tener la confianza europea y el mercado de frutas, hortalizas, etc., vuelve a la normalidad, aunque esta equivocación ha dado lugar a una guerra entre políticos españoles y alemanes que esperamos que con el tiempo vaya disminuyendo.